UNIVERSIDAD ICESI / FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS
SOCIALES/ DEPARTAMENTO DE ESPAÑOL
Comunicación Oral y Escrita I – Grupo No.: 25 /
Profesora: Andrea RODRÍGUEZ M.
Estudiante: Nicole
Díaz Moreno - Código: 11218009
EL
CARACOL AFRICANO EN COLOMBIA
La
relación “Hombre y ciudad” es la situación general que rige nuestra
cotidianidad en la que los humanos desarrollan diferentes actividades y tienen
un vínculo con el medio en el que viven. Este vínculo puede ser de tipo
comercial, económico, político, social, y medio ambiental. Si nos centramos en
la actualidad, es muy importante el vínculo que tiene el hombre con el medio
ambiente puesto que de este depende la supervivencia de ambos en la ciudad y en
el mundo en general. Así mismo, este tipo de vínculo puede enfocarse en los
efectos que causa el hombre a la naturaleza y
los efectos que causa la naturaleza al hombre, por lo que es de interés
desarrollar en el momento este vínculo por
medio del impacto causado por una
especie animal al hombre e incluso al medio ambiente.
La
especie escogida para plantear tales
afectaciones es el caracol, Achatina fulica, una especie perteneciente a los
caracoles pulmonados terrestres y conocido como el caracol africano gigante
debido a que es una especie originaria del África oriental y es el de mayor
tamaño entre los caracoles terrestres. Sus características morfológicas y de
adaptación hacen que este sea una especie de fácil propagación; por tal motivo,
en la actualidad se encuentra en Sudamérica, islas del Pacífico y, en general,
en casi todas las zonas tropicales del
mundo, lo que le da a la vez una característica como especie invasora al no
tener ningún impedimento por colonizar nuevos espacios.
Es escogida esta especie ya que por sus capacidades es referenciado como una especie invasora que comienza como una amenaza local pero que se convierte en poco tiempo en un problema nacional. Achatina fulica llegó a Sudamérica por los puertos del Pacífico, aunque hay reportajes periodísticos que indican que llegó a este continente por Venezuela desde donde se han emitido varias noticias. Los motivos de la llegada al continente a mediados de 1988, se debieron a que era una especie muy llamativa y muy suculenta en su país de origen, además de ser utilizada para extracciones de baba de uso cosmético, lo que provocó que fuera traída como fuente de comercialización de “productos naturales medicinales” y cultivo para la reproducción de baba de caracol sin realmente conocer cuáles podían ser las consecuencias de extraer este espécimen de su ambiente natural.
Es escogida esta especie ya que por sus capacidades es referenciado como una especie invasora que comienza como una amenaza local pero que se convierte en poco tiempo en un problema nacional. Achatina fulica llegó a Sudamérica por los puertos del Pacífico, aunque hay reportajes periodísticos que indican que llegó a este continente por Venezuela desde donde se han emitido varias noticias. Los motivos de la llegada al continente a mediados de 1988, se debieron a que era una especie muy llamativa y muy suculenta en su país de origen, además de ser utilizada para extracciones de baba de uso cosmético, lo que provocó que fuera traída como fuente de comercialización de “productos naturales medicinales” y cultivo para la reproducción de baba de caracol sin realmente conocer cuáles podían ser las consecuencias de extraer este espécimen de su ambiente natural.
En
Colombia se está manifestando como plaga colonizando ya once municipios de ocho
departamentos, algunos de ellos con gran vocación agrícola: Puerto Asís y Mocoa
(Putumayo), Villavicencio (Meta), Purificación (Tolima), Mitú (Vaupés), Yopal y
Paz de Ariporo (Casanare), Santa María (Boyacá), Tame (Arauca), al igual que en
Buenaventura y Cali (Valle). El temor está aumentando por esta rápida invasión
por lo que se busca respaldar la teoría de que el Achatina fulica causa
afectaciones de tipo ecosistémico como deterioro de cultivos por el caracol o
efectos agricidas1
por el uso de biocidas, desplazamiento de especies nativas, contaminación a nivel
parasitaria, y consecuencias generales de su invasión, además afectaciones de
tipo antropológico tales como enfermedades, comercio ilegal
para la alimentación, destrucción de sus bienes e incluso la muerte.
El Caracol africano, Achatina
fulica, es una especie perteneciente al phylum Moluscos. Esta especie cuenta
con una concha cónica puntiaguda, vetas o franjas amarillas o rojas, tiene unas
dimensiones de 20cm por 15 cm de alto, su cuerpo es de color marrón manchado o
crema pálido, pesa 400 gramos y puede vivir de 5 a 10 años. Esta especie cuenta
con características que hacen fácil su reconocimiento con respecto a otras
especies de caracol, ya que estos otros son más pequeños y sus colores en la
concha no se dividen por este tipo de franjas verticales.
El temor de las
poblaciones por el caracol africano gigante comenzó desde que este espécimen
fue incluido en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del
mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza,
además por las características que le brinda ser una especie hermafrodita, como la mayoría de los
caracoles, con una rapidez en su desarrollo morfológico y expansivo debido a su
máxima capacidad de reproducción en la que puede producir entre 1.000 y 1.200 huevos
en otoño y verano. Achatina es una especie vegetariana aunque en situaciones de
estrés e invasión puede llegar a ser una especie omnívora, hasta el punto de
comer concentrado para perros y gatos, lo que es una situación característica
de los caracoles en situaciones húmedas y de lluvia.
La creciente invasión de este molusco refleja las afectaciones que causa en el
ecosistema como lo es el deterioro de los cultivos en el que estos están
directamente relacionados con el agua de riega y de almacenaje para
mantenimiento del mismo, es decir, que las afectaciones del caracol en los
sembrados y cultivos se da porque los caracoles se albergan en lugares húmedos
y además se plantea que la adaptación a estos ambientes se presento desde el
desecho de estos caracoles por los riachuelos así como lo informa la
Corporación Autónoma Regional del Valle CVC. Así mismo el Achatina ha tomado
posesión de las riberas del río, los parques,
los árboles, las calles y las casas generando la histeria colectiva en
los municipios que se presenta, y por
los que tienen un conocimiento general de sus consecuencias sobre la salud y la
flora y la fauna de la región por noticias periodísticas.
Otras consecuencias escositémicas de la
permanencia del caracol en territorio Colombiano y los lugares de su
colonización, es el desplazamiento de las especies nativas de la región, pues
este por ser un espécimen extranjero no cuenta con depredadores en este
territorio, y por el contrario es consumidor de muchas especies primordiales en
nuestra ecología, así como lo son otros Gasterópodos o caracoles que ayudan en
la degradación de desechos orgánicos y otros insectos que también ayudan al
proceso ecosistémico de removimiento de la tierra brindándole fertilidad.
Aunque los
caracoles son usados legalmente en algunos países, representan un
peligro a la sociedad debido a que albergan parásitos en su baba y en los tejidos
fibromusculares, los cuales son transmitidos a las personas y animales
por medio del consumo de su carne cruda o mal cocinada. Según el informe, los parásitos transferibles al hombre que
alberga el caracol africano Achatina fulica son:
- Angiostrongylus cantonensis - causa meningoencefalitis eosinofílica en humanos
- Schistosoma mansoni - causa schistosomiasis, detectado en heces
- Trichuris spp. - detectado en heces
- Hymenolepis spp. - detectado en heces
- Strongyloides spp. - detectado en heces
En cuanto a la baba de caracol, el informe emitido por la Universidad Autónoma de Barranquilla advierte sobre una mala designación de los “productos naturales” cosméticos y comerciales, puesto que la secreción del caracol que es aquella que expele el animal cuando está en situaciones de estrés es la que contiene las propiedades regeneradoras y antioxidantes que se les atribuyen y no la baba de caracol ya que esta es solo un mecanismo de desplazamiento del caracol y no contiene ninguna sustancia beneficiosa para el ser humano.
El Achatina
fulica fue considerado una especie de peligro contra los humanos, pero desde el
comienzo no se expuso porqué se tomó tal consideración, lo que permitiría creer
que no es realmente comprobable si es o no una especie que provoque
afectaciones en los humanos y la ciudad,
además, los datos arrojados sobre el caracol africano, son conocimientos
adquiridos en épocas donde no habían formas de realizar evaluaciones científicas
que demostraran que las afectaciones humanas y las supuestas muertes que
mencionan los medios de comunicación colombianos pero no los extranjeros sean causa de los
parásitos que alberga el caracol africano, aun así el caracol africano debe ser
expuesto como una especie de peligro, ya que aunque no se muestren casos
puntuales se ha comprobado que el caracol africano es un portador de parásitos transferibles al hombre aquí y en cualquier otra parte del mundo, lo que se da por ser un
hospedador intermediario y pertenecer al ciclo de vida de parásitos muy
peligrosos al ser transferidos al hombre.
En
conclusión, es necesario que haya una explicita y rigurosa información sobre el caracol contando con
recogimiento de muestras y un procedimiento adecuado, para que se pueda
comprobar que el caracol africano si es una especie que causa afectaciones
tanto a nivel ecosistémico como antropológico, llegando a ser una especie de la
que debemos protegernos.
1AGRICIDA. M
Efecto negativo de la agricultura, como la destrucción de la tierra debido
al uso de biocidas. AT: AGRICULTURA. Disponible en: http://www.revistafuturos.info/download/down_16/diccionario_amb.PDF
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